
Sus hojas no caían con tanta rapidez y con tanto silencio.
Recuerda que las flores no morían en el agua azucarada
y hoy se ahogan, tosen y escupen sangre.
El árbol, agarra sus costillas sangrientas.
Piensa no pensar en lo que debe.
Sus raíces son sus frutos [incestuosos].
No hay nada más en él.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario