martes, abril 23, 2013

Blah...

Hoy es un día de esos en los que no soporto al mundo, ni siquiera en sus reglas de humanidad más básicas. No tengo pena o consideración...probablemente sea también uno de esos días en los que el mundo tampoco me soporta a mi. Una cara más, una sombra contra el sol, un poco de sudor en la frente y un par de ojeras que no disimulan ni individualizan a nadie hoy en día. Camino con la cabeza hacia abajo, como tantas otras veces, como tantos otros años de cultivar fervorosamente esa pequeña joroba que ahora no se me quita ni andando con un palo en la espalda para corregirla. Pateando las hojas en el suelo, porque en esta ciudad no hay piedritas para patear en situaciones como esta, así que la imagen se limita a pintarse distinta. En realidad, se limita a despintarse.

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