lunes, enero 02, 2006

2 de noviembre 2005


Entro en laberintos cápsula, sin cabida a puertas innecesarias. Salir no es una de mis opciones.
Esta ausencia tortuosa, desgarra en gritos cocidos mis pobres horas.
¿Cómo continúa el tiempo cansado de mí, caminando por todos los rincones?
Hoy me pesa la piel al saberme errante exiliada voluntaria.
Resuena el eco anacrónico. Estás aquí.
Tu voz un poco ausente me devuelve palabras perdidas.

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